Preparar un semillero de excelencia multilingüe y multicultural

  • Las necesidades de las empresas de equipos acostumbrados a las diferencias culturales y capaces de hablar varias lenguasvan a seguir creciendo rápidamente.
  • La dimensión de diversidad cultural no se encuentra únicamente en las operaciones de comercio exterior. Es incluso fundamental cuando se trata de proceder a una inversión física en el extranjero, o de llevar una operación internacional de adquisición o de cesión de activos.

Ahora bien, se sabe que más de la mitad de estos últimos fracasan por razones culturales.

  • En cuanto a la capacidad para hablar una lengua extranjera, se constata que el único dominio del inglés ya no basta.

Esto es por otra parte explicable cuando se constata que hacer comunicar dos extranjeros entre ellos por medio de una lengua tercera (generalmente el inglés) los conduce a hablarse a través de un idioma del que ni uno ni otro controla los orígenes y fundamentos culturales.

Por ello Louis Schweitzer, Presidente de Renault, pudo escribir que hacer hablar los unos con los otros, en inglés, a los Japoneses de Nissan y a los Franceses de Renault “empobrecía la calidad de su comunicación”.

  • El dispositivo de las Secciones Internacionales y del OIB, al responder a fondo a esta doble exigencia multicultural y multilingüe, permite a las empresas preparar y disponer del semillero de excelencia en la materia.